viernes, 3 de agosto de 2012

El ideal.

Abrir los ojos y encontrar algo que nunca había pensado que encontraría ese día, a esa hora, en ese lugar. Lo había soñado  varias veces, desde que me levantaba hasta que ponía los pies en su lugar. De subir y de que de repente pasara. De dormir y que de repente se escuche esa voz celestial haciéndome acordar de lo linda que es la vida. Aunque podría haber sido en cuotas, fue pago exacto, en efectivo  y de contado. No tarde en decidirme, eran 6 nada mas los que había para elegir. 3 los que  me interesaban. Distintos colores, pero uno solo lo tenia todo. Un detalle mínimo, de esos que no interesan porque no van a molestar cuando sea utilizado, tenia por ahí arriba. Amarillo con destellos celestes en ciertas zonas, un detalle plateado en el medio y uno mas pequeño en color negro a la izquierda. Poco grande, pero tampoco tan chico, tamaño ideal. Poco uso tenia también. Mas que elegirlo yo, pareció como si él me hubiera elegido a mi. Yo había pensado en aquello con la misma forma, pero en piezas separadas, no todo junto, pero como lo encontré así, tuve que aprovechar la oportunidad, porque ese tren si que no pasa dos veces seguidas. 
 ¡Y que graciosos cuando los demás lo vieron! Yo no quería que lo notaran, pero era imposible ocultarlo, semejante cosa en medio de todos, era bastante seguro que en algún momento lo descubrirían. Ademas, no me di cuenta que lo había puesto en el medio, al lado de donde el resto estaba. Por suerte, se lo tomaron a risa y no les importo demasiado. De apoco los cientos de personas que estaban ahí se fueron enterando y reaccionando que era nuevo. Algunos se reían, otros se asombraban, otros parecían indiferentes y otros mas tiraban frases exageradas que después se hicieron reales. 
Paso todo tan rápido, y solo me acuerdo de algunas cosas. Ahora me pregunto para que carajo lo necesitaba yo, si ya tenia uno hermoso en casa, porque en serio no me acuerdo!