viernes, 13 de mayo de 2011

No hay que enamorarse.

Enamorarte. Enamorarte y salir perdiendo. Esa es la cuestion. No es el simple hecho de sentir felicidad, andar con la sonrisa de oreja a oreja el dia entero, esa cosa de no parar de pensar en el. Si, felicidad, y todo eso. Hasta uno deja de pensar en los demas, deja de preguntar como estuvo su dia, solo habla de el, de el y de el. Un poco pesada una se vuelve, pero no por voluntad propia, el maldito amor quiere que tengas al mundo en contra. Total, estas cegada, solo tenes ojos para ese pedaso de carne humana que tratas de ver mas de dos veces a la semana. Si total, el te ama, te acompaña en todo, te desea y hasta quiere tener sexo con vos. Los 3 meses mas hermosos de tu vida. Y digo 3, pero bien pueden ser 2.. o 4.. o 10. Estamos tan enamorados que ni la vieja tiene la posta, que ya ni nos importa si nos dan el mate sin azucar, que si todo lo que hiso Alfonsin en ese entonces es igual a lo que hiso menem en el 97. Todo nos chupa un huevo y se van a cagar los amigos. Que se jodan si estan solteros. Pero, quien va a pensar eso?. Nadie, por supuesto. Solo un maldito subconciente se atreveria a decirlo. Pero bueno, quien le hace caso a su subconsciente?. Y asi es, como de a poquito uno se da cuenta que perdio muchas cosas para obtener solo una. Que no es ni mas ni menos que una de las figuritas repetidas, de esas que hay 100 cada 70 personas. El click nunca lo escuche, anda a saber, tal vez justo paso un 60, o el tren, o una de las tipicas discusiones familiares. Que se yo. Y de repente te salen con que le diste bola a un fulano que no era nadie. Y SE ENOJAN. Y todo a la mierda, chau enamorado de mi vida. Nunca mas nos volveremos a hablar, obvio, si no crees en la amistad entre el hombre y la mujer. JODETE. A lo gallego. Darse cuenta que perdiste, y perdiste por dos, no es lo que uno esperaba. Amigos, vuelvan. Hasta pagaras por un alma que te quiera. Volver, volveran si los sabes recuperar. Nadie desea a un desvalorizado. Suerte en tu busqueda de una nueva vida y suerte, en que no te vuelvas a enamorar.